- Que había una vez una paloma que era mensajera… pero con el tiempo ya fue gerente!
- Qué había una vez un marciano tan bonito y tan perfecto, que era una verdadera obra de “Marte”
- -Había una vez un pollito que respiraba por la cola, se sentó y se ahogó
-Había una vez un pollito que respiraba por la cola, se sentó…
-Si. Ya sé, ¡y se ahogó!
-No, ¡porque la silla estaba rota!