Yo querer que tú reír con estos chistes de indios. Gran jefe universal poner en ti capacidad de risa. ¡No desperdiciarla! Cara pálida, ¡tú pasar buen momento aquí! Ser una orden!
La flecha…
A un indio le preguntaron:
-Oye, ¿cómo hiciste para que te dieran la visa americana?
-Ah! ¡es que yo tengo «la flecha!»
Nombre corto…
El atribulado indio inquiere al jefe de la tribu:
-Jefe yo no querer llamarme nube blanca que va enviando mensajes por el aire
-Si no querer llamarte Nube Blanca que va enviando mensajes por el aire, ¿Cómo querer llamarte?
-¡Email!
Historia…
En la época del Neardental, el hijo indio llega con las notas a su padre. El padre, bastante enfadado le dice:
-Mira, te perdono que no sepas cazar mamuts, que no sepas construir hachas con una piedra y un palo, que no tengas ni idea de pintar en las paredes pero, ¡que me repruebes historia ¡
>> Chistes de indios en dieta <<
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Chistes de CANIBALES
La rubia…
Dos caníbales conversan. Uno le dice al otro:
-Ayer te vi pasar por la calle con una hermosa rubia
-¡Ah si! ¡Era mi almuerzo!
Lógica…
Un indio caníbal ve a otro con dos esqueletos caminando por la calle así que le pregunta:
–¿Para dónde vas con esos esqueletos?
A lo que el otro le contesta:
-¡Solo voy a devolver este par de envases de la comida de ayer!
La esposa…
Un caníbal le pregunta al otro:
–¿Qué tal tu esposa?
El otro responde:
-¡Un poco dura e insípida!
La mejor idea…
El niño caníbal y su padre caníbal, caminan por la selva. De pronto advierten algo de ruido en la rivera del río. Deciden acercarse con sigilo y cuando llegan a la orilla, escondidos en los arbustos ven desde allí a una hermosa rubia, con un cuerpo espectacular completamente desnuda bañándose. El niño caníbal parece tener una gran idea así que le dice a su padre caníbal:
-Padre, ¡Aprovechar y comernos esa bella mujer!
Pero papá caníbal parece tener una mejor idea, así que le responde a su hijo:
-No hijo, ¡Más bien llevárnosla a casa y comernos a tu mamá!
>> Los indios también son soldados, mira los chistes aquí <<
Lule…
El gran empresario colombiano Ardila Lule va en su avioneta privada rumbo a una reunión importante a otra ciudad del origen. Lamentablemente su avioneta presenta fallos mecánicos así que esta se precipita a tierra. Cae en la inhóspita selva infestada de cruentos indios caníbales que no dudan en darle caza y meterlo a una olla. El acaudalado hombre de negocios les dice a los primarios hombres:
-No me hagan nada. ¡Soy el hombre más rico de Colombia!
A lo que los indios caníbales responden:
–¿Eres el hombre más «rico» de Colombia? ¡Eso lo comprobaremos al comerte!
única…
Un caníbal invitó a almorzar a otro el día de la madre. Al terminar el suculento almuerzo uno le dice al otro:
-¡Ahhh! ¡Qué almuerzo tan rico! ¡Ojalá se repita!
El otro responde:
-¡Imposible! ¡Madre no hay sino una!
La fórmula médica…
El indio caníbal va donde el brujo de la tribu para que le recete algo pues lleva varios días con un terrible ardor en el estómago. El brujo le recomendó comerse dos bomberos a la semana.
Medicina de hombre blanco…
Dos jefes de sus respectivas tribus hablan acerca de la enfermedad de uno de ellos:
-Ya no aguantar terribles dolores de estómago. Mi probar toda pócima que darme brujo de tribu. ¡Ya no saber qué hacer!
–¿Por qué no probar medicina de hombre blanco?
-Ya hacerlo. ¡Comerme tres médicos y no ayudar a estómago!
Hay indios Calvos, por aquí están sus chistes
Chistes largos de indios.
El duro invierno.
El jefe de la tribu mira con preocupación las nubes, parece, que como en anteriores años este invierno será con intenso frío. Generalmente con sus practicas indias acierta la intensidad así como el tiempo en que durará, pero ha llegado la tecnología a su comunidad, tanto así que es el poseedor del primer celular en tierras indias, así que decide hacer uso de un poco de tecnología y por primera vez apoyarse en ella para predecir el tiempo.
Llama al servicio meteorológico y pregunta: «¿Cómo va a estar el invierno que viene?» La señorita que lo atiende al otro lado de la línea le responde: «Un poco intenso según parece». Así que el jefe ordena a sus leñadores cortar más leña de la que generalmente se prepara para los inviernos, «los equipos modernos no se equivocan» piensa mientras decide esperar unos días para hacer su segunda llamada al servicio meteorológico:
–¿Cómo va a estar el invierno que se acerca señorita?
-Bueno, los pronósticos han cambiado un poco. Parece que el invierno será un poco más duro de lo que se esperaba.
Sin dudarlo ordena a sus leñadores recolectar más leña de lo común así que todos los indios se ponen a trabajar arduamente cortando leña para no pasar frío en el invierno.
Como todo buen líder de su comunidad el gran jefe pluma blanca decide volver a llamar al servicio meteorológico para ver qué nueva sentencia tiene la infalible tecnología acerca del aparente crudo invierno que se avecina.
Las noticias no pueden ser peores, la chica que nuevamente le atiende le da un pronóstico nada alentador:
-Al parecer vamos a tener el peor invierno de todos los tiempo señor, nosotros también estamos asustados.
El jefe Pluma Blanca antes de mandar a erradicar toda la leña del bosque para prepararse le pregunta a la señorita:
-Bueno, pero, ¿Cómo pueden estar ustedes tan seguros de que el invierno será así de crudo?
-¡Porque hemos visto que los indios no paran de cortar leña!
Caca no…
Había probado todas las medicinas para aliviarse del tremendo estreñimiento que sufría aquel pobre jefe de la tribu indígena. Como las pócimas del brujo ya no le hacen efecto decide enviar a su mensajero valiente Flecha Veloz al pueblo del hombre blanco y buscar ayuda adecuada en la farmacia del pueblo.
Flecha veloz acude y le dice una corta frase que el farmacéuta inmediatamente entiende:
-Gran jefe, ¡Caca no!
Decide darle una medicina para el estreñimiento que Flecha Veloz lleva a su jeje quien sin pensarlo dos veces se la engulle esperando aliviarse de los cólicos misereres que le causa el estreñimiento. Pero no se mejora, así que al cabo de dos días envía a su mensajero Flecha Veloz para que traiga un medicamento más fuerte.
-Gran jefe, ¡Caca no!
Le dice nuevamente Flecha Veloz al farmacéuta que le aumenta la dosis y le reduce el tiempo de ingesta.
Al cabo de algunas horas Flecha Veloz llega con medicamento más fuerte para el estreñimiento de la máxima autoridad de la tribu pero esta fórmula, a pesar de habérsela tomado juiciosamente tampoco causa el efecto esperado. Flecha Veloz, días más tarde es nuevamente enviado a la farmacia:
-Gran jefe, ¡Caca no!
Esta vez, un tanto molesto el farmacéuta le da un frasco de purgante alemán para curar el estreñimiento de los elefantes. Ve como Flecha Veloz sale de su farmacia y no lo vuelve a ver más por allí. Un mes mas tarde se lo encuentra caminando cabizbajo por las calles del poblado, así que le pregunta el por qué, a lo que Flecha Veloz responde:
-¡Gran caca! ¡Jefe no!
El perdido…
El hombre anda perdido por el pueblo, no sabe por donde ir, así que le pregunta a un indio que ve por la calle principal:
-Oiga señor, ¿cómo se llama esta callecita?
El indio le responde:
-No sé.
-¿Y cómo se llama este pueblito?
-pues, no sé.
-Y entonces, ¿cómo salgo de aquí?
-No sé.
-Bueno, usted no sabe nada, ¡es usted un indio ignorante!
-Pues sí, quizá ser indio ignorante, ¡pero no ser el que anda perdido!