Así fueron las 24 horas…
Fue la primera vez que me senté ante los micrófonos de una emisora a contar los chistes que desde niño había recolectado. Desempolvé mis cuadernos de primaria y los poquitos de mis tres únicos de bachillerato en donde a garabatos había coleccionado durante años los chistes que, inclusive, ya tenía categorizados por secciones y temas.

Debo agradecer a Tito López quien fue en gran parte gestor de esta maravillosa idea que empezó a abrir paso a la costumbre que hoy en día ponen en practica las emisoras radiales de dedicar el 28 de diciembre a contar chistes en su programación de día de los inocentes en mi país.

A las 9 a.m. de aquel 28 de diciembre empecé a contar chistes de todos los géneros. La estaciones radiales de RadioActiva de Caracol se enlazaron en todo el país para transmitir por primera vez este tipo de hazañas humorísticas. No fue el record más oído, pero fue el primero que permitió avizorar la trascendencia que tendrían estos récord de humor.
