La historia de Celio.

Déjame te cuento un poco de la historia de personaje Celio. Añ0 1995, luego de mi tercer récord mundial de chistes de 36 horas, Yamid Amad, director del noticiero CM& me busca para que, asunto muy raro, incluyéramos en su noticiero una pequeña tanda de chistes.

Hasta ése momento en Colombia se habían contado chistes de pereza y la cultura popular los asociaba con los huilenses (este no fue un invento mío). En una grabación conté un chiste de pereza y todos en el noticiero se rieron más de lo común, pregunté por qué; me dijeron que precisamente quien estaba haciéndome cámara en ese momento era Celio el camarógrafo que era del Huila, así que el siguiente chiste lo narré empezando con la frase: «Ceeelioooooo…»

Vinieron muchos chistes más en el noticiero y dejé el asunto por allí olvidado hasta que en medio de las largas jornadas de escritura, acompañado de tinto (café) y cigarrillos, en una madrugada decidí darle rienda suelta al personaje que habría de ser de los más distinguidos del programa Ordóñese De La Risa.

Como era costumbre, en nuestras reuniones de elenco y lluvia de ideas lo propuse, leí los primeros cinco libretos y… sorpresa, ¡a nadie le gustó! Inclusive el productor Angel Ayllón se burló de una puesta en escena tan básica, y según él, sin nada de humor.

Ellos tenían un problema: yo era el jefe y al final, como lo hacía siempre, eché mano a mi terquedad y decidí contra todos los pronósticos que echaría a andar el proyecto del personaje Celio.

Dos hamacas, vestidos descuidadamente con el atuendo del Huila, una gallinas encima, una finca descuidada y no trabajada, fueron los elementos de la puesta en escena. Inclusive el movimiento de cámara y la entrada de una canción autóctona de Huila de Garzón y Collazos.

Cuando Celio se estrenó fue todo un éxito, nuestro rating estaba disparado, pero el personaje le impuso aún más octonage a la gasolina de audiencia que teníamos los sábados. Nuestro competir Sábados Felices no sabía qué hacer porque inclusive, algunos participantes de los cuenta chistes hacían referencia nuestros personaje cuando hacían sus rutinas.

Aquí puedes reír con los chistes de Celio

¿Cómo se llama el otro personaje de Celio?

Esa pregunta siempre me la hacían. Bueno, los dos se llaman Celio. Por eso la sección se llama: «Los Celios». Les cuento cómo es la historia:

Dos comadres de una vereda en el Huila quedan embarazadas casi por la misma época. Una le pregunta a la otra:
-¿Usted cómo le piensa poner a su hijo?
Y la otra responde lentamente…
-Celiooooo
Así que su amiga tranquilamente le dice:
-¡Entonces yo al mío le voy a poner igual!
Por eso los dos se llaman Celio.

Meme Pereza, la historia de Celio

Problemas por haber creado a Celio:

El personaje habría de crear polémica (y lo entiendo), por aquella época hubo un altercado en senado de Colombia porque un senador del Huila se estaba quedando dormido y otro le dijo: «¡Despiértese Celio!».

Recibí una carta del gobernador del Huila por aquella época solicitando la inmediatez del retiro de la sección en el programa sopena de recibir una tutela (nunca la pusieron, quizá les dio pereza), y perdonen que trate así a la clase política, pero cada vez que algún político de la región intentaba crear noticia, acudía a las campañas anti Celio. Les dejó link a los informes periodísticos de aquel entonces.

Periódico el Tiempo habla de las campañas contra Celio.

Crean a próspero para intentar que el público olvide a Celio.

Crean una tortuga veloz para que la gente olvide a Celio.

Perdón a los huilenses, el final de la historia de Celio.

Desde lo profundo de mi corazón pido perdón a cualquiera que mi humor haya ofendido. Desde niño, y como era costumbre en las generaciones anteriores, escuché chistes de hulienses perezosos, pastusos despistados, costeños parranderos, bogotanos engreídos, santandereanos bravos, rubias brutas etc. Eran prototipos estereotipados que usaron los comediantes durante toda la historia. Esto no me exime de expresar mi arrepentimiento por cualquier molestia que les haya causado. Por eso, nuevamente, ¡perdón!